Yo sí di dinero al Teletón.
Lo sé, el título del artículo puede provocar asco hacia algunas personas
que están en contra de la forma en la que ésta empresa privada (sí, es
una empresa) recauda dinero para su propósito, que bien puede ser
loable, pero sus medios pueden ser cuestionables, situación común en
este lado del planeta (y luego se cuestionan que no se lee a
Maquiavelo).
Pero antes de escribir sus sagaces comentarios a este escrito con
ofensas o reclamos, déjenme decirles a quienes leen estas palabras, que
también ustedes, sí, ustedes, también dieron dinero al teletón de éste
año –ahora que lo pienso, a todos los teletones–, y no hay reclamo
alguno. Pero no se preocupen, muchos somos despistados y no nos habíamos
dado cuenta que el dinero que llega a este negocio humanitario proviene
de todo mexicano que compra, invierte y recibe dinero en este país, lo
cual no quiere decir que den un donativo, pues el donativo sería por
conocimiento de causa y decisión propia de dar el dinero directamente
para el fin establecido, y este no es el caso. En pocas palabras, aquí
es una “[ley de
Herodes](https://www.google.com.mx/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=0CBwQFjAA&url=http%3A%2F%2Fes.wikipedia.org%2Fwiki%2FLa_ley_de_Herodes&ei=e5mEVNDcDomFyQT80oCwBg&usg=AFQjCNHoCa7FRfp_LxFTjcu3RRghRkPdWw&sig2=_LX3dmypMv7lz27efAYNQQ&bvm=bv)”
y con ello no me refiero al cuento de
[Ibargüengoitia](https://www.google.com.mx/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&sqi=2&ved=0CBwQFjAA&url=http%3A%2F%2Felcuentodesdemexico.com.mx%2Fla-ley-de-herodes&ei=o5mEVKChMpKuyATrpYDACw&usg=AFQjCNFG2-wza8TdQOPPcVSmc_SXE3Svkw&sig2=rDOzK4iaV0UAoqUkjh5Q).
Entonces, a todo esto ¿Cómo es que yo di dinero al Teletón sin haber
donado? Bueno, lo primero es saber cómo ha funcionado este magno evento
desde hace 17 años y ha sobrevivido con “donaciones” que tan
altruistamente tantos mexicanos han donado a esta labor de caridad. Por
esta razón, he aquí dos puntos sustanciales en la recaudación del
dinero.
1.- Las empresas: tanto nacionales como extranjeras, desde el primer
teletón pusieron su imagen e invirtieron en anuncios publicitarios para
dar a conocer que:
a\) están apoyando la causa altruista.
b\) buscan el apoyo de sus consumidores para donar.
[](http://sitio.escribim.us/wp-content/uploads/2014/12/dona.jpg)
2.- El gobierno: Los gobiernos estatales se han dado a la tarea de donar
dinero al teletón como un acto de civilidad y compromiso no sólo con lo
que representa el teletón, sino también para los ciudadanos de su Estado
y generarles una idea de credibilidad. En el caso del gobierno Federal,
si bien no se puede comprobar que haya donado dinero (lo lamento, no
encontré datos duros), sí es un hecho que ha aportado su imagen para
recaudar fondos; prueba de ello, es el mensaje del señor [Enrique Peña
Nieto](https://www.youtube.com/watch?v=TYDuGsvNgBI) que el año pasado
dio junto con su esposa para invitar a la población a donar.
[](http://sitio.escribim.us/wp-content/uploads/2014/12/teletnepn.jpg)
Puede que esto ya lo sepamos por la enorme cantidad de publicidad que se
genera en vísperas del evento, en todos los medios de comunicación y
también en su promoción en los productos que consumimos, que de alguna
manera, nos muestran que ahí están, y que su único fin es ayudar.
Sé que no estoy diciendo nada nuevo o algo que no se haya planteado en
la crítica que se le hace a este negocio. Sin embargo, retomando la idea
del inicio, probablemente a muchos que no están a favor del Teletón se
les haya pasado ver algo que de ser tan obvio no se piensa en el
resultado, que es, que **todos hemos dado dinero al Teletón** **sin
saberlo**, y pondré el ejemplo en mi persona.
En mi papel de ciudadano, pago impuestos, ya sea por los productos que
compro o por las obligaciones que se generan por mi trabajo o por mi
patrimonio. En el caso del gobierno, el dinero que sale del impuesto
agregado a lo que consumo o a lo que tengo, se dona al Teletón
dependiendo el Estado que decida aportar. Algunos Estados de la
República han aparecido en el evento dando cheques con cantidades
grandes, que sumando el donativo de todos los Estados que han aportado,
da la cantidad de [mil
832 millones de pesos de recursos
públicos](http://www.vanguardia.com.mx/eldebatededonaronodonaralteleton-2221351.html).
Con este dato, puedo inferir que algunos Estados han decidido dar dinero
a esta empresa de los impuestos que he pagado, dinero que viene de mis
contribuciones y de las contribuciones de toda persona que paga
impuestos, y aunque no estuviera de acuerdo en donar a dicha empresa,
esos Estados han decidido dar dinero a este negocio sustituyendo el
destino de ese dinero al mejoramiento de las instituciones del Estado
que cumplen la misma función que el negocio llamado Teletón (IMSS,
ISSSTE, DIF).
Eso
significa, que he donado al Teletón sin
saberlo, y que el Estado amablemente ha donado a mi nombre, sin
preguntarme y sin reconocérmelo. Todo estaría bien si no fuera por el
hecho de que ese dinero que dona a la causa del Teletón, no
es dinero de quienes trabajan en el Estado, no es dinero del gobernador
del Estado que con una gran sonrisa se presenta ante las cámaras con un
cheque grande mostrando su gran generosidad y engrandeciéndose por la
enorme labor altruista que él y su gobierno han hecho para recaudar ese
dinero, de ser así ¿Acaso vino ese dinero de su sueldo? Y si es dinero
del presupuesto ¿Habrá tanto dinero como para donarlo o no hacer
consulta en qué se debería gastar ese dinero de los contribuyentes? ¿Por
qué no surge la idea de donar esa misma cantidad de dinero en partes
equitativas a las diferentes ONGs y empresas privadas que cumplen la
misma función que el Teletón? Si un gran porcentaje de la población de
un Estado decide donar al Teletón, podría parecer que mi comentario
sería irrelevante, pero dadas las condiciones de abandono que tienen las
instituciones públicas en materia de salud, rehabilitación y asistencia
social de todo el país, **se me hace incongruente que los representantes
de los gobiernos quieran convencernos que sus donaciones exclusivas son
para beneficio de la sociedad a la que representan en ausencia de las
donaciones que se deberían hacer a los demás centros de
atención**.
Una
vez aclarado mi aporte a la causa como ciudadano que paga impuestos,
ahora viene mi papel de consumidor. Compró cosas y las consumo, cosas
que necesito, cosas para mis placeres, o cosas que me entretienen; y
como cada cosa, que se vuelve producto, todo producto tiene un costo. Si
a ese costo le quito el impuesto que se le pone por parte del gobierno,
me queda el valor que decide la empresa que debe de costar el producto
que ella produjo; bien, aquí viene la parte interesante de este negocio.
A mí no me interesa qué haga la empresa con el dinero que yo le di para
consumir su producto al comprarlo, lo que me interesa es que su producto
cumpla con mis necesidades y no me genere un daño por consumirlo sin la
advertencia de ella y la responsabilidad mía como consumidor. El dinero
que como empresa reciba, tendrá diferentes destinos, ya sea para la
producción del producto, el salario a los empleados y el exceso de sus
dueños (si se da el caso).
Por
supuesto que como empresa debe pagar impuestos (en este gobierno TODO
genera impuestos, que algunas empresas no paguen eso ya es otro cantar),
así que parte de sus ganancias debe destinarse a los impuestos, y
también, no menos importante, necesita hacer publicidad para que los
consumidores conozcan su producto; es aquí donde entra el Teletón y la
televisora que es el principal patrocinador del evento. La televisión es
el principal medio de comunicación (hasta el día de hoy) que llega al
mayor número de habitantes, su impacto mediático es asombroso, y las
empresas lo saben. Por ende, la mejor estrategia que puede lograr una
empresa es promocionar su producto en la tele. Si a eso le sumamos que
la publicidad muestra a una empresa como un agente humanitario,
bondadoso y comprometido con la sociedad que consume su producto, esto
generará mayores ganancias y una buena imagen que le permitirá llegar
más dócilmente a un mayor número de personas. En este caso, si una
empresa, logra poner su publicidad en Televisa, y decide apoyar la causa
del Teletón, no sólo logra exclusividad en los comerciales que
aparecerán durante la transmisión del evento, también deduce impuestos,
y a su vez mantiene limpia su imagen.
Dejando
esto claro ¿Cómo es que yo di dinero al Teletón al
comprar un producto sin haber donado? Simple, la empresa, al yo comprar
su producto, mi dinero forma parte de su donativo que lleva al evento,
aún cuando pudieron haber sido menos de 0.50\$ que la empresa decidiera
destinar de mi compra a la donación, ese dinero forma parte de toda la
colecta que hizo la empresa para darlo en un solo cheque, y al verlo
así, no difiere mucho de la colecta que se hace por donativo o redondeo
cuando se compra algo, y el excedente, por muy ínfimo que se vea, se
decide dar o donar.
Con
esta información y éste esquema, puedo asegurar que yo, al igual que
ustedes, hemos dado dinero al Teletón sin
haber donado un solo peso en 17 años, y no sólo una, sino dos veces
en cada acto de consumo, pues al comprar un producto, dos porcentajes de
mi compra irán destinados al Teletón, uno por parte del gobierno, y otro
de la empresa.
Es
así, que al ver los reclamos de aquellos que muestran su desprecio por
los que no donaron, queda refutado con este análisis que en realidad
todos hemos aportado a la causa del Teletón. Ahora, si alguno decidiera
donar por convicción después de su compra, debe tener presente que
estaría dando 3 porcentajes (2 en el caso de que la compra fuera de un
producto que no patrocinara al Teletón).
[](http://sitio.escribim.us/wp-content/uploads/2014/12/cq5dam.thumbnail.624.351.jpg)
Al
final, todos mantenemos ese negocio, y créanme, este negocio tan
rentable durará mucho tiempo, así que no se sientan mal si alguien les
mueve su conciencia por la insensibilidad que mostraron al no querer
donar, pues **la obligación de tener un acto altruista automáticamente
niega la acción de que sea considerado un acto altruista**. Los niños
del Teletón y toda persona que ha sido atendida en uno de los CRITS no
debe ser motivo de lástima para que alguien decida aportar, y es tan
mezquino cuando se genera la posibilidad negativa de esperar que a uno
de nosotros no nos pase un accidente o tengamos un familiar con una
discapacidad para recurrir a la atención que nos puede proporcionar uno
de estos centros de rehabilitación, que es tan recurrente escucharlo de
aquellos que en realidad esperan que sí nos pase algo para depender de
esa clase de atención y hacernos caer en cuenta de nuestro error; si ese
fuera el caso, ni toda la ayuda humanitaria que podamos recibir podrá
quitarnos nuestra mezquindad y nuestro deseo de ver mal a los otros por
no querer simpatizar con nuestras causas o ideas.