Un poco de nostalgia, y otro poco de "desigualdad"
Quienes tuvimos en 1998, o antes, el privilegio de conectarnos a Internet en nuestros hogares, y debo mencionar que era prohibitivo el precio en muchos de los casos, no olvidaremos jamás el sonido que hacía el Fax-módem que teníamos para hacerlo.
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caption="Sí, alguna vez los módems eran lentos, caros y deseados. Ahora
son
reliquias."][/caption]
Otros recordaremos también que cuando alguien quería usar la línea telefónica, y estábamos conectados, nos cortaban el servicio de inmediato, además de provocar enojos por parte del que lo usaba, y del que pagaba las llamadas, claro.
Bueno, pues un poco de nostalgia es eso: recordar que algunos, muchos de nosotros vivimos una época dorada de Internet donde, recuerdo muy bien, los programas más temibles amén de los virus, eran los dialers, que servían para conectarse a una intranet que sobre todo se escondía tras un número de costo por minuto, donde la gente ganaba un dineral, y casi nunca se enteraba el usuario que estaba llamando a un número de cobro internacional, hasta que llegaba la siguiente factura (créanme, yo conozco a alguien que pagó como 5 mil pesos por esos conceptos y luego lo masacraron a regaños, y no, no fui yo).
La parte de desigualdad, que más bien creo que se llama "penetración" es que en muchas comunidades remotas, sobre todo en zonas rurales, e inclusive suburbanas, a lo largo y ancho de México, Estados Unidos y ciertas regiones de Alaska y Canadá, aun se sigue utilizando el servicio de Internet por marcación (dial up), que sigue siendo lo más lento que podamos tener, salvo el servicio de Nextel, que es otro cuento.
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caption="Pues sí, entre vacas y pasto, también se necesita
comunicación."][/caption]
De ahí que haya entrecomillado "desigualdad". No es eso, simplemente, son zonas donde apenas llega el tendido de cobre, ya quisiéramos que llegara la tecnología mínimo para, digamos, aDSL.
En fin. Todavía queda mucho mundo por conquistar.