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Por qué utilizar (o no) Windows LTSC o LTSB

Una de las habilidades que deja el tener pocos recursos es optimizar el uso de los mismos. En el caso de la informática, es todavía más notable lograr utilizar computadoras viejas para tareas diarias, ya sean de escuela, juego u oficina.

Algunos usuarios han venido utilizando versiones reducidas de Windows para conseguir aprovechar mejor sus equipos, aunque existan algunos análisis (de fuentes no especializadas, también debe decirse) que sugieren que dichas versiones modificadas no necesariamente ayudan a mejorar el rendimiento (ver críticamente, porque no es, en absoluto, ninguna voz autorizada).

Sin embargo, también se vienen utilizando versiones especiales de Windows 10, exclusivas para entornos empresariales, concretamente las LTSB y LTSC. Ambas versiones están enfocadas a entornos de trabajo donde se requiere estabilidad y madurez en el código, a cambio de sacrificar en funciones actualizadas. Además, ninguna de estas dos versiones se pueden conseguir en canales de distribución masivos, es decir, las licencias no aplican como con las versiones regulares de Windows 10. Por el contrario, se requiere de un esquema de licenciamiento por volumen.

Contrario a la opinión de varios creadores de youtube, tengo la impresión que estas versiones de windows, superado el problema del licenciamiento, tienen una utilidad atractiva para sectores específicos, incluyendo claro usuarios de equipos más antiguos, pero especialmente con usuarios de software heredado, es decir, cuyo soporte o ha llegado a su fin, u oficialmente nunca tuvo compatibilidad con Windows 10, pero puede ejecutarse en las primeras compilaciones del sistema, con lo que las actualizaciones recientes rompen la funcionalidad del software.

La justificación de usar software viejo, debe entenderse también en que existe software que puede llegar a precios de varias decenas de miles de dólares y que, si bien es software que evidentemente permite un lucro considerable, “si funciona no lo arregles”, o poco aporta la actualización al proceso productivo. Además, aunque debería ser muy enfático en la cuestión de la seguridad informática, la mayoría del sofware especializado tiene poca o ninguna interacción con sockets o protocolos de Internet.

¿Por qué no usar una versión heredada de Windows?

Aunque para la mayoría de los técnicos en microinformática (o SAT de empresa) la solución podría venir a través de sistemas operativos heredados, nacen nuevos problemas cuando tenemos hardware nuevo, bien porque necesitemos equipo con cierta potencia de procesamiento o memoria, bien porque el hardware que había anteriormente se dañó y es, o bien imposible, o bien impráctico conseguir un hardware ya viejo.

Aunque no debería ser un problema, Microsoft anunció hace algunos años que dejaría de dar soporte a las versiones anteriores de Windows con hardware nuevo. Y si no estuviera esa nota disponible, seguramente me llamarían conspiranóico.

¿Y qué con la virtualización?

Una solución sería virtualizar, por supuesto, una versión de Windows heredada (Windows 7 es, tal vez, el mejor candidato para dicha solución). Sobre todo si el escritorio de destino tiene una buena cantidad de recursos.

Según el software heredado que queramos ejecutar, podríamos enfrentarnos a nuevos desafíos: compatibilidad con hardware de control (por ejemplo, un host linux no virtualiza bien los puertos LTP bidireccionales).

Por otro lado, aunque existen hipervisores de código abierto, el hipervisor gratuito por excelencia, VirtualBox, no permite el uso de filtros USB 1 de forma comercial sin una licencia, la cual tiene un costo de casi 900 euros por socket. Suponiendo (que lo dudo) un socket por cada instalación, este costo puede ser realmente prohibitivo.

Y aun así, no todo es perfecto.

LTSB está basado en una compilación de 2016, por lo que puede (solo puede) que algunos fabricantes no permitan algún grado de compatibilidad en sus drivers más nuevos, y debamos optar por drivers anteriores, si es que todavía están disponibles.

LTSC cuenta con un kernel más nuevo, con la versión 1809. Aunque es posible que su nivel de compatibilidad con hardware nuevo sea más alto, puede ser inversamente proporcional con software viejo.

El problema del licenciamiento.

Para conseguir una licencia para LTSB/LTSC se requiere, como ya mencioné, licenciamiento por volumen. Esto complica mucho el poder adquirir pocas licencias en casos de empresas pequeñas, o peor aun en casos de licencias individuales.

Podemos arriesgarnos comprando una licencia en GVGMall (link de afiliado), que ya tiene una reputación entre sitios que venden licencias a un costo reducido.

Para empresas grandes, es mejor acercarse con Microsoft directamente para adquirir una licencia VLK propia y contar con el beneficio de costos que puede significar el esquema de licenciamiento por volumen.

¿Deberían todos utilizar un sistema LTS?

Los sistemas de servicio prolongado (Long-Term Service) son, sin duda, la mejor alternativa en ambientes de trabajo donde requerimos que nuestro software tenga parches de seguridad y mantengamos un Sistema Operativo base comprobado durante al menos 5 años.

Sin embargo, no es una recomendación en equipos donde se utiliza software que se actualiza constantemente y no existen los problemas de compatibilidad que mencioné anteriormente. Es decir, un usuario normal y corriente se beneficia más de las actualizaciones constantes, ya que no utiliza software incompatible con las compilaciones más actuales de los sistemas operativos.

Ambas afirmaciones son verdad no solo en sistemas Windows, sino también en GNU/Linux y BSD. En sistemas Mac no he encontrado una variante LTS, por lo que supongo que no aplica en su caso (y es más probable tener algunos problemas de compatibilidad con sofware heredado).

Footnotes

  1. Los filtros USB son obligatorios cuando el software viene protegido con dongle. También es cierto en algunos casos con los puertos LTP bidireccionales.

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Miguel Villanueva

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