Los Méxicos y los 120 millones de tipos de mexicanos.
Últimamente, me he dado cuenta que nada ha cambiado durante más de 500
años. Hablo en serio.
Sí, sí. Tenemos automóviles que con una gota de gasolina se desplazan
una larga trayectoria. Tenemos aviones que desperdician menos keroseno,
o inclusive tienen motores de aeronafta, que para términos mortales, no
significa nada. Sabemos volar, pero nos seguimos cortando las alas...
entre mexicanos.
Hagamos un ejercicio. Vea esta postal:
[caption id="attachment_813" align="aligncenter" width="815"
caption="Dicen ustedes que circular por esta ciudad es un infierno,
¿verdad?"]
[/caption]
Qué ciudad tan cosmopolita. Tan llena de autos. Y eso que la foto es
fea, vieja y sacada de quién sabe donde. Pero definitivamente, eso es lo
que relacionamos a México.
Ahora, de clic por favor en este
link
y díganos qué ve.
Eso, querido lector, ese piso de tierra sin carreteras, es México. La
mayor extensión del país tiene esa apariencia. Y no espere otro año a
que las televisoras y algún que otro empresario le haga recordar, a
través de curisos mensajes de texto premium, que cuestan un ojo de la
cara, disfrazados de donativos, que ese México existe.
Mire, otra
más,
para que no se le olvide.
- Señores, para que no empiecen a decir que sólo estoy haciendo un
texto escandaloso, yo he vivido ese campo. Es horrible e insufrible.
Es un calor extenuante. He visto las horas (todo el día, de hecho)
que pasan los campesinos en ese lugar.
- No hago esto por los motivos que todos lo hacen de "hay que ayudar a
esa pobre gente". Porque no es "pobre gente". Es más pobre
(infinitamente más pobre) la que se expresa así.
Después de no se asombre, me harté de escuchar a mi alrededor, en mi
entorno inmediato la frase "pinches indios". INDIOS, cabrones, pero
saben lo que es ganarse el pan para que uno que otro hijo de cuna de
seda (totalmente falsa, porque segurito viven en un multifamiliar, y se
sienten que aspiran a la riqueza y que ni Slim Helú los va a merecer)
tenga qué llevarse a la boca. Y encima, que lo trate como a una basura.
Saben que en este blog nunca escribo así, pero NO MAMEN.
He visto españoles que no se aguantan. Pero se ayudan. Ya no digamos
árabes y judíos. Son un par de comunidades que se apoyan
incondicionalmente. Importando un carajo si salieron de un campo que no
da para más, o si vienen de la cuna más fina de un jeque árabe. Son
familia. Aun sin serlo.
Me la paso leyendo todos los días (todos los días que me conecto, porque
últimamente no tengo el tiempo que les dediqué) las mismas idioteces.
Clasificando al mexicano. Porque todos son más chingones que todos.
Porque "todas puedo, todas mías". Chingones que no saben ni cómo pagar
la tarjeta pero ya quieren darle clases a un hermano (aunque no lo
sientan, lo son, lo somos), porque viste de ropita comprada en Zara a 24
meses. Como si les fuera a durar.
Lo peor de todo, es que ni cuenta nos damos de qué diablos va al final
todo esto.
Ayer agarraron a un wey por decir una mamada. Porque eso fue, una
mamada. Lo soltaron, "usted disculpe", "cómo están, qué tal su domingo",
y punto. Nadie se murió, a nadie se consignó. Es más, eso no pasa ni por
antecedentes. Y empezaron las desgarraduras de ropa.
Recuerdo hace unos meses que pasaron cosas semejantes. Entonces todo era
"para qué van a las marchas", "nomás van a hacer desmadres estúpidos". Y
claro, cómo no, nos prestamos a la sorna más infame porque así somos.
Porque somos mejores que otros.
Espero que ya hayan visto "Tropa de Élite", un largometraje brasileño
que nos retrata la historia de un capitán del BOPE en los tiempos en que
Juan Pablo II quiso quedarse en las favelas cuando visitó Río. En esa
misma época ese capitán quería retirarse pues su esposa acababa de tener
un hijo y él no se sentía cómodo en esa guerra que libraban contra
narcotraficantes, y que, dicho sea de paso, dicha guerra continúa
librándose aun hoy. Si no la vieron, les recomiendo enormemente que la
vean, aunque eso sí, advierto que es muy cruda, violenta como es de
esperarse. Y si es su línea de películas, no, no ganan los malos. Lo
importante de esa película es que retrata dos realidades que nos negamos
a ver.
Primera y muy importante, se necesitan estas acciones para detener el
terrible daño que ya le han hecho al tejido social los cárteles de la
droga. En el caso concreto de nuestro país (esto ya lo intentaré
desarrollar después) no nos basta con legalizar. Nos hacen falta
políticas de combate a la delincuencia organizada. Aunque sobre todo nos
falta el evitar tener que caer en esa delincuencia como sociedad.
La segunda, y no menos importante, que cuando muere un policía, nadie se
queja. De hecho, las marchas de blanco, se dan cuando muere un rico
-textualmente lo dice la películ, pero lo apunto yo también, o a poco
ustedes han organizado una marcha de blanco porque a la prima Chuchita
la mataron en un operativo.
Esto mismo lo llevo al papel de los indiciados: cuando se trata de una
persona que tiene un pensamiento opuesto al nuestro, nos vale gorro, la
escarnecemos, y hasta tachamos de ridículos a aquellos a quienes salen a
defender a dicha persona. Sin embargo, cuando tocan a alguien de nuestro
círculo, que comulga con nuestras ideas, ¡por favor!, estamos en un
estado de represión y policial. O algo así.
La verdad, es que todos estamos en el mismo barco, pero estamos
empeñados en hacer ver que "el puto gobierno de mierda no hace nada
bueno" y que "pobres de nosotros y nuestros cuatitos que somos víctimas
de santamamadaymedia".
Ya me extendí demasiado para llegar a lo mismo y solo digo... ya basta
de andar diciendo que somos mejores o que aquel no tiene razón, ¿no? Los
puntos en común siempre han sido más fáciles de encontrar como sociedad
civil que entre la "clase política". Para eso contratamos cerdos: para
que hagan las porquerías ellos, no nosotros. Digo... eso último
olvídenlo.
Escrito por DonFries en la categoría La era del absurdo el Mon 14 November 2011.